Como
la luz del relámpago que resplandece llegaste una noche de verano ardiente,
llegaste
callada, fría y mojada estuviste en mi dormida, amaneciste en mi colgada
y
comiste del pan y el vino de mi esperanza.
Atardeció
ese día callo la noche y dormiste con quien despertara en otra vida
en
esa vida te fuiste de ti y te entregaste a mí en esa vida ya no eres tu
Yo
tampoco soy yo ahora somos nosotros y estamos aquí en este sueño
de
esta vida que es nuestra vida y de nadie más por que aprendimos
que
hoy somos quien queremos ser para nosotros mismos.
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